miércoles, 26 de octubre de 2011

Más claro.., ¡agua! Carlos Jahnsen Gutierrez

El soberano dio su fallo contundente! Le dijo no a Evo Morales y le dijo no a una justicia imparcial y montada! Para Evo Morales la noche del 16 de Octubre de 2011 se pinto muy distinta que su amanecer. A su amanecer se tenía solamente unos 20% a 30%, o sea alrededor de 1 a 1,5 millones de “enemigos del Estado Plurinacional de Bolivia” que iban a votar nulo, en blanco o se iban a abstener. Pero que paso? El mismo día acabó contabilizando 60% o alrededor de 3 millones de “enemigos de Bolivia”? Donde está el 70% pronosticado por Evo y su equipo? Quien de su larga y sui generis lista de culpables será acusado esta vez?

El que vió a Evo Morales dando sus declaraciones en la noche de su derrota política pudo ser testigo de una retórica de la nada, simplemente diciendo nada. Eso ya se conoce, pero esta vez tampoco era necesario que diga algo sustancial. El pueblo ya habló por él, dando su veredicto político. Por lo mismo, esa noche, sin decir nada él lo dijo todo. Vimos a un Presidente, atrapado entre un delirio de eterno ganador, y la desesperación de no poder entender lo que el soberano le tatuó por siempre en su memoria. Sus ojos en vaivén incontrolable nos decían: Yo no fui! Se movían como escapando desesperadamente de la verdad, como buscando a los culpables de su debacle o tal vez a algún punto de apoyo, semejante al que los alpinistas libres lo hacen cuando se prenden de la más insignificantes salientes para no caer al vacío. Pero esa noche millones fuimos testigos de un Evo Morales en caída libre al vacío. La caída que no comenzó el 16 de Octubre, sino ese día solo fue confirmada. Evo Morales elevó estas elecciones al nivel de un plebiscito de su persona y su Gobierno así lo niegue él mas tarde, por lo mismo el resultado de las mismas contiene un complejo pero además claro mensaje político.

Este refleja por un lado el desgaste de un sistema político inflado de prepotencia, cinismo, insensibilidad e incompetencia, por el otro muestra una nueva consciencia creciente del pueblo-soberano e indignado que le dice basta a Evo Morales! Basta a la prepotencia y a los atropellos! Le dice basta de dividir a Bolivia y de gobernar a este país como a su sindicato cocalero! Basta de la incapacidad para solucionar los problemas económicos, laborales, sociales y medioambientales más apremiantes de la sociedad boliviana! Basta de montajes, engaños y manipulaciones políticas en la justicia! Basta de mentiras y de estupideces camufladas de política viable!

Existirá una reflexión profunda y honesta aceptando la realidad y el veredicto político del pueblo para reorientar y redefinir al proceso político del cambio? La probabilidad es minima, la actitud de seis años de Gobierno muestra lo contrario además, Evo Morales no sabe perder y esta inflamado de rencor y miedos. Estos crecen de forma proporcional a la percepción que el mismo tiene de su capacidad de gobernar. Y ambos aspectos tienen una correlación positiva con el rechazo creciente de la mayoría de la población. Es su paradoja y a la vez su camisa de fuerza! Mientras más seguro esta de su capacidad de gobernar como quiere, más miedo y rencor propaga y más rechazo se crea en el pueblo-soberano. El resultado es credibilidad cero y legitimidad en caída libre! Esta paradoja adquirirá probablemente mayores y más complejas dimensiones a partir de ahora. Simplemente porque Evo Morales y su Gobierno verán a cada paso, detrás de cada árbol y en cada esquina a enemigos y conspiradores y traidores. La paranoia será acompañante permanente en las (malas) decisiones políticas. La oferta de dialogo y de cambio serán posiblemente solo un barniz oportunista para ocultar la verdadera jeta autocrática. La represión, el centralismo palaciego y la propaganda aniquiladora de toda oposición política serán crecientes. Los regalos crecientes para comprar consciencias, malgastando la plata del pueblo serán parte de este libreto. Ese es y será el reflejo del atrapado, de los atrapados en delirio y esquizofrenia que dispone y disponen de poder y esa es la lógica de conflicto permanente que reina al interior del Gobierno. Tres millones o más son demasiados como para poder gobernar y vivir con un sentimiento distinto. Para eso se necesitaría un acto de depuración y de reflexión honestos con capacidad de poder eliminar sus ocultismos y fetichismos. Pero aun así, será capaz Evo, el gobernante “niño de sus ojos” de mirarse al espejo y aceptar su derrota y aprender de sus errores? O es que tampoco puede verse al espejo sin ver en el a García Linera, a Quintana a su entorno de asesores del ALBA? Basta una mirada al espejo para liberarse de paranoias, de ocultismos y fetichismos? Ya son muchos los ejemplos que demuestran más bien un apego erótico por estos. De ser así, el soberano tiene que vivir con la certeza que en este Gobierno no crecerá nunca una dinámica de reflexión y depuración que lleve a reconocer que el peor enemigo y mayor conspirador contra Evo Morales y este Gobierno es él mismo. Este Gobierno que decidió caminar sembrando tormentas y que con tormentas se irá.

El pueblo-soberano, indignado también clama por nuevos políticos visionarios responsables, de alta credibilidad, identificados con el pueblo que sepan darle forma a un cambio real y verdadero y honesto. La oposición política partidaria puede festejar este triunfo como suyo. Pero si esta oposición se pone la mano al pecho, también tendrá que reconocer que ese triunfo no es verdaderamente el suyo. La oposición política partidaria en Bolivia está aun muy lejos de formar un bloque coherente y respetable que genere credibilidad y confianza en el soberano en base a sus programas político-económicos y sociales y con perspectivas reales de Gobierno y que además tengan la capacidad de recoger a la sociedad boliviana donde actualmente se encuentra después de seis años de gobierno masista. El pueblo de indignados ya no quiere ni lo mismo de antes ni lo mismo de siempre! El verdadero triunfo es de la oposición de tres millones de bolivianos indignados, el pueblo mismo y especialmente el de los pueblos dignos del TIPNIS y de nadie más!

Este acto de revocar a Evo Morales, a todo su Gobierno y al proyecto autocrático masista está parado en la defensa de la dignidad de todo un pueblo indignado que demostró que el día y la fecha no lejanos de la expulsión de este Gobierno está únicamente en sus manos. Disculpe señor lector, me olvidaba, los nuevos jueces que decidan en estas circunstancias ejercer sus funciones en la justicia, serán los primeros jueces elegidos pero los primeros sin legitimidad ante la mayoría. Este experimento podría haber sido un ejemplo, pero como casi todo lo que toca el MAS, es un desastre. Evo Morales y sus allegados deberían haberse ahorrado este circo y elegirlos simplemente a dedo. El resultado hubiese sido el mismo. Mas claro….agua!

Carlos Jahnsen Gutierrez
bolpress

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