El Gobierno del presidente boliviano, Evo Morales, acusó hoy a tres organizaciones no gubernamentales (ONG) de desestabilizarlo al apoyar a los indígenas que marchan desde la Amazonía a La Paz en protesta por una carretera financiada por Brasil que atraviesa un parque natural.
El ministro de Comunicación, Iván Canelas, señaló al Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (Cejis), al Foro Boliviano sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Fobomade) y a la Liga de Defensa del Medio Aambiente (Lidema), pero no presentó ninguna prueba concreta al respecto.
"Lamentamos que estas ONG hayan cambiado su función y objetivo de cooperación técnica con estos sectores, y que hayan asumido una actitud política, principalmente de desestabilización del Gobierno, afectando no solamente la imagen del mismo, sino de sus principales autoridades, como el presidente Evo Morales", dijo Canelas.
La acusación del ministro se produce una semana después de que el vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, anunciase que se investigarán las finanzas de ONG supuestamente implicadas en asuntos políticos internos, para conocer cómo usan sus fondos.
Canelas insistió hoy en que los aproximadamente 1.500 indígenas que marchan desde la Amazonía están "presionados políticamente" por esas instituciones, lo cual explica -dijo- que hasta ahora no hayan alcanzado un acuerdo con el Gobierno.
Los indígenas iniciaron el 15 de agosto su marcha para rechazar la construcción de una carretera de más de 300 kilómetros que atravesará el parque natural Tipnis, en el centro país, proyecto que Morales defiende porque, según dice, lo cree clave para la integración nacional.
Morales también ha acusado en los últimos días a la agencia de cooperación estadounidense USAID de promover la protesta indígena, así como a las Naciones Unidas y al Defensor del Pueblo de apoyarla.
Políticos de la oposición y medios informativos consideran llamativo y contradictorio que un mandatario que se presenta como ecologista e indigenista ataque a las etnias que defienden un parque natural de 1,2 millones de hectáreas.
Desde el inicio de la caminata, que pretende llegar a La Paz a mediados de mes tras más de 500 kilómetros de recorrido, han fracasado seis intentos de negociación con el Gobierno.
Los indígenas recorrieron el jueves cuatro kilómetros entre los pueblos amazónico de San Borja y Oreb, habitado este último por la etnia chimán.
Hoy, sin embargo, no pudieron continuar por las lluvias que azotaron la zona, dijo a Efe el presidente del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), Fernando Vargas.
La Policía envió 400 agentes a Yucumo, pueblo cercano a San Borja, para evitar enfrentamientos entre los indígenas y productores de hoja de coca leales a Morales que bloquean la carretera para frenar la marcha y obligar a los indígenas a una nueva negociación.
Los indígenas aseguran que la carretera abrirá el camino a la colonización de su territorio por los productores de coca, base para la elaboración de cocaína, y destruirá el parque nacional.
Morales sigue siendo presidente de siete sindicatos de cocaleros del centro de Bolivia.
La Paz, 9 sep (EFE)
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