Gobierno de Morales desmiente "autogolpe" anunciado por opositor

El Gobierno presidido por Evo Morales desmintió hoy que esté preparando un "autogolpe" de Estado en Bolivia, como anunció el domingo el prefecto opositor del departamento oriental de Santa Cruz, Rubén Costas.

El portavoz presidencial, Álex Contreras, calificó en declaraciones a los periodistas en La Paz de "irresponsable, falsa y muy alejada de la realidad" la acusación de Costas de que el Gobierno está preparando un "autogolpe".

El prefecto (gobernador) cruceño, que en octubre llamó "macaco mayor" al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, dijo el domingo que el Ejecutivo busca provocar la declaración de un "estado de sitio" que facilite un "autogolpe".

Contreras desmintió las acusaciones y destacó que, aunque desde hace días la oposición habla de la "inminente" declaración de un "estado de sitio" o un "toque de queda" en el país, esas aseveraciones son "totalmente falsas".

Por otro lado, Costas acusó hoy al Gobierno de buscar "truncar el proceso de descentralización y autonomía", y pretender el "fortalecimiento de un Estado centralista que favorezca el mandato totalitario y absolutista".

Además, un día después de anunciar el supuesto plan de "autogolpe", Costas amenazó con llamar a la "desobediencia civil" si el Gobierno no retira su plan de recortar las rentas petroleras que reciben las regiones para pagar un bono a la vejez.

La amenaza fue hecha tras reunirse con los gobernadores de Beni, Cochabamba, Pando y Tarija, también opositores, que además reiteraron su advertencia de que "desconocerán la vigencia" de la nueva Constitución si ésta no reconoce la "autonomía departamental".

La nueva Carta Magna, con la que el presidente Morales aspira a "refundar" Bolivia, está siendo elaborada desde agosto de 2006 por una Asamblea Constituyente que suspendió sus sesiones hace más de tres meses por disturbios en Sucre y ha sido incapaz hasta ahora de aprobar una sola línea del futuro texto.

Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando votaron "sí" a la autonomía en un referendo en julio de 2006, pero el "no" se impuso en los otros cinco departamentos y Morales se ha manifestado reacio a aplicar ese régimen porque considera que pondrá en peligro la unidad del país.