La mayor organización sindical de los choferes de Bolivia ratificó su convocatoria a un paro de 24 horas para el miércoles 14 de noviembre destinado a exigir al gobierno de Evo Morales respuesta a varias demandas. El secretario ejecutivo de la Confederación de Choferes de Bolivia, José Luis Cardozo, confirmó a medios locales el paro en protesta por el mal estado de las carreteras, el desabastecimiento de combustible, la inflación y la supuesta actitud "prepotente" que tiene con ese sector la Superintendencia de Transportes.
La medida prevé paralizar el transporte en las ciudades del país pero no afectará los viajes entre regiones o fuera del país.
Dirigentes del sector anunciaron que formarán piquetes para controlar el cumplimiento de la huelga e impedir que trabajen otros grupos de transportistas que no están afiliados a sindicatos.
El ministro de Gobierno (Interior), Alfredo Rada, dijo en una rueda de prensa que la huelga "tiene objetivos que atentan la economía popular", pero además es "políticamente motivada".
Rada precisó que no era "coincidencia" la huelga de los choferes y el anuncio de las medidas de presión que hicieron casualmente para estos días los dirigentes políticos y cívicos opositores al gobierno de Morales de las regiones de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija.
Sostuvo que, a su juicio, existe un "contubernio" entre los gobernadores de esas regiones, aliados en su demanda de autonomía, y los dirigentes de los choferes en contra del gobierno del presidente Morales. (+)
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