El primer embajador de Suiza en Bolivia, Marco Rossi, presentó hoy sus cartas credenciales al gobierno del presidente Evo Morales, que en febrero pasado expropió a Glencore, multinacional de ese país, una planta fundidora.
Hasta ahora Rossi era representante en La Paz de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación.
Sin citar el diferendo por Glencore, el ministerio boliviano de Exteriores afirmó en un comunicado que la designación de un embajador suizo viene a fortalecer "la confianza de la comunidad internacional en el gobierno de Morales".
El presidente boliviano expropió a principios de año a la multinacional suiza, sin indemnización y en medio de un gran aparato propagandístico, una planta fundidora situada en el departamento andino de Oruro, donde también controla diferentes yacimientos mineros.
En declaraciones a medios suizos, Rossi dijo en septiembre pasado que su gobierno invitó al boliviano a "establecer relaciones directas para llegar a un acuerdo mutuo sobre una eventual indemnización".
El nuevo embajador agregó que considera las nacionalizaciones "legítimas", pero que requieren "una compensación justa".
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