martes, 3 de abril de 2012

Tras seis días de paro médico salas de urgencia están saturadas


Vestidos con sus tradicionales delantales blancos médicos que no acataron el paro que desde hace seis días llevan adelante galenos de hospitales públicos de Bolivia comenzaron este martes a atender pacientes en varias plazas de La Paz, mientras las salas de urgencia estaban atiborradas de pacientes.

"Esto es desesperante, no hay médicos, sólo hay internos (estudiantes de último año); no hay medicamentos, yo tengo un familiar que está 'botado' y no le han hecho nada, el señor presidente (Evo Morales) debería arreglar esto", declara a la AFP Marcia Crespo, en una congestionada sala de emergencias del Hospital de Clínicas, el más antiguo de La Paz.

Desde hace dos días, ella espera en la sala de emergencia que un familiar suyo, diagnosticado con pancreatitis, reciba tratamiento, pero la huelga nacional indefinida que llevan adelante médicos de los servicios públicos ha impedido su atención.

Los médicos rechazan un aumento de su horario de trabajo desde las actuales seis horas a ocho, porque dicen que supondría la pérdida de una conquista social, mientras que el gobierno defiende la medida alegando que es necesario para mejorar la atención de salud en el sector público.

A seis días del inicio de la huelga, el gobierno dispuso un plan de atención de salud en diversas plazas de La Paz, mientras que las salas de emergencias, como la del Hospital de Clínicas -con unas 25 camas- se mantenían saturadas de pacientes que acudían allí para realizar consultas rutinarias o revisiones.

En las calles, en tanto, enfundados en delantales, barbijos y guantes de goma, médicos que no adhirieron al paro realizaban algunas atenciones menos urgentes.

"Hacemos atención integral, todo lo que es consulta externa, tenemos remedios de primera línea, como ibuprofeno y otros, para problemas gástricos o para la presión", explica Maritza Troche, jefe de la brigada instalada en una plaza en el barrio de Miraflores, en el centro de La Paz.

Instalados bajo carpas de lona, con unas cuantas sillas, un escritorio y hasta una camilla, los improvisados consultorios que atienden gratis buscan descongestionar en algo los servicios de urgencia, los únicos funcionando en medio de una poco usual huelga médica en un sector calificado de 'privilegiado' por el Gobierno.

Según el gobierno, en Bolivia un médico puede llegar a ganar cerca de 15.000 bolivianos al mes, unos 2.155 dólares, un poco menos que el presidente Morales, aunque los recién egresados reciben menos de la mitad.

Para el Gobierno, ampliar la jornada laboral aumentará entre un 20 y 30% las atenciones en los servicios púbicos, ya congestionados desde antes de la huelga.

"El problema de fondo es que es un profesional que no tiene las mínimas condiciones para trabajar de manera adecuada", replica Delma Ramos, dirigente de los galenos.

"Esta huelga es porque el sector salud necesita más presupuesto: necesitamos más médicos, más enfermeras, más material de trabajo, tenemos muchas necesidades", coincide a la AFP el médico jefe de la sala de urgencia del Hospital de Clínicas, Oscar Romero.

"Es un problema común en todo el sistema de salud", agrega.

Entre tanto, dirigentes de los médicos y el ministro de Salud, Juan Carlos Calvimontes, dialogaban en un intento de suspender la protesta. "Estamos a la espera de un acuerdo que espero que llegue", dijo el ministro, mientras que el presidente del Colegio Médico, Luis Larrea, indicó que "la solución pasa en que el gobierno no puede imponer, sin consultar".

AFP

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