El gobernador destituido del departamento boliviano de Beni (noreste), el opositor Ernesto Suárez, denunció hoy a embajadores europeos que es perseguido por el Gobierno de Evo Morales y les pidió estar atentos a la actuación de la Justicia ante las denuncias que presentó el oficialismo en su contra.
Suárez se entrevistó en La Paz con un grupo de embajadores encabezados por el representante de la Unión Europea (UE), Kenneth Bell, y les dijo que su destitución, el pasado 16 de diciembre, fue un "golpe" organizado por Morales.
Los diplomáticos se limitaron a tomar nota de las palabras del ex gobernador, sin hacer comentarios.
Suárez, que tiene varias denuncias del Gobierno, fue suspendido por entregar de forma supuestamente irregular un motor de generación eléctrica a un pueblo y debe comparecer el 17 de febrero a una audiencia judicial que puede derivar en su detención.
El dirigente opositor, que tiene previsto entrevistarse también con representantes de la ONU, señaló que quiere que los "ojos del mundo" estén sobre la Justicia boliviana, para ver que la democracia "está venida a menos" en este país.
Antes de Suárez, en 2010, fue destituido, también con denuncias oficialistas de supuesta corrupción, el gobernador opositor de Tarija (sur), Mario Cossío, hoy refugiado político en Paraguay.
El gobernador de la rica región de Santa Cruz (este), Ruben Costas, es el único de los tres líderes opositores regionales reelegidos en 2010 que continúa en su cargo, aunque también enfrenta varios denuncias presentadas por el Ejecutivo de Morales.
Han corrido igual destino que Cossío y Suárez varios alcaldes opositores de ciudades importantes y está amenazado por lo mismo el de La Paz, Luis Revilla.
La oposición acusa a Morales de usar a jueces y fiscales vendidos al oficialismo para aniquilar sistemáticamente a sus adversarios políticos, pero el Gobierno replica que son solo denuncias de corrupción válidas.
La Paz, 25 ene (EFE)
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