El presidente Evo Morales aseguró ayer que la marcha por el TIPNIS, recibida en La Paz masivamente, buscaba su derrocamiento. En respuesta, Fernando Vargas, presidente de la Subcentral del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), dijo: “Presidenta, no mienta, nuestra marcha fue pacífica y en defensa de nuestra casa”. A contrapelo del Jefe del Estado, el vicepresidente Álvaro García Linera calificó la crisis tipniana como “una pelea entre hermanos, de familia” y propuso retomar la alianza con los pueblos indígenas del oriente boliviano.
Morales, casi en la última parte de su mensaje presidencial que duró tres horas con 15 minutos, volvió a descalificar a los marchistas defensores del TIPNIS, acusándolos de haber engañado al pueblo boliviano y de no haber representado a la totalidad de los habitantes del Parque Nacional.
Según el Mandatario, la movilización del año pasado ha sido política y promovida por sectores opositores que buscaban su derrocamiento, para ello se apoyó en un artículo de un periódico cruceño, que hizo un símil entre el masivo apoyo ciudadano a la Marcha y el movimiento popular que tomó la Plaza Murillo y ahorcó a Gualberto Villarroel en julio de 1946.
“No estoy para cuidar mi imagen, no me interesa mi imagen. El pueblo tiene conciencia para defender la Madre Tierra, pero también con la marcha el pueblo se engañó en la defensa del medio ambiente”, subrayó Morales.
En la última parte de su largo discurso en la Asamblea Legislativa Plurinacional, la primera autoridad del país criticó la actitud de los dirigentes, asegurando que nunca quisieron escucharlo. Recordó que antes que comience la marcha planteó el diálogo y que en varias ocasiones envió a sus ministros para negociar su pliego petitorio.
Presidente, no mienta
El presidente de la Subcentral del Isiboro Sécure, Fernando Vargas, pidió a Morales más respeto para el movimiento indígena y le exigió no mentir.
En su criterio, el Jefe del Estado está “mal ubicado” y que en lugar de pensar en estas “cosas irreales” debiera pensar en el crecimiento del país.
“Nadie pensó en tumbarlo, el Presidente vive una crisis mental, todo el tiempo piensa que lo quieren derrocar. La marcha sólo buscó el respeto a nuestro territorio, a nuestra casa, nosotros no nos opusimos al desarrollo ni a la carretera, lo único que queremos es que no pase por medio del TIPNIS”, afirmó.
Evo Morales se quejó de los indígenas y deslindó responsabilidad por los hechos de violencia que se desataron en Yucumo durante la represión policial contra los marchistas.
“Jamás en este gobierno instruí que se dañe los derechos humanos. Convocamos a la comunidad internacional para que se investigue”, agregó.
En tanto, el presidente de la CIDOB, Adolfo Chávez afirmó que “siempre hay actitudes distintas, pero ante la insistencia (de Morales) no creemos y que no tiene retorno una posible alianza. El Presidente está en la reconquista de los sectores urbanos y está descuidando la economía”.
Ante la insistencia del gobierno de realizar la consulta para la construcción o no de la carretera por el TIPNIS, Vargas respondió que para “hablar de consulta se debe volver a foja cero” y que no se oponen a la vía interdepartamental, siempre que no pase por el corazón de la reserva ecológica.
Morales cuestionó la conducta asumida por organizaciones de derechos humanos porque, en su criterio, no obran con equilibrio insinuando prestar atención a la marcha del Consejo de Indígenas del Sur (CONISUR), cuyos componentes reclaman la construcción del tramo dos de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos.
El Jefe del Estado deslindó su responsabilidad sobre el futuro de ese tramo vial e invitó a la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano (CIDOB) a reunirse con Conisur y explicar los alcances de la Ley Corta.
Somos una familia
En tanto el vicepresidente García Linera –durante su discurso- admitió que las relaciones del gobierno con los indígenas se encuentran fracturadas, a raíz del caso TIPNIS y sucesos posteriores.
Comparó la actual coyuntura con la vida de una familia, en cuyo seno se producen peleas entre hermanos, pero al final surge la reconciliación.
“Hay que rearticular la alianza con los pueblos indígenas de tierras bajas. Hay opositores que se alegran cuando nos peleamos. Su alegría durará poco”, acotó.
En respuesta, el presidente de la Cidob, Adolfo Chávez, manifestó que “por ahora es muy difícil retomar esa alianza entre los pueblos indígenas del oriente y los pueblos indígenas del oriente”.
/opinion.com.bo
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