lunes, 16 de enero de 2012

Fracasa en Bolivia intento de diálogo político entre Morales y la oposición

Un intento de diálogo político en Bolivia impulsado por el presidente Evo Morales fracasó en su primer día, después de que los principales partidos de la oposición abandonaran la cita con el argumento de que las discusiones debían realizarse en presencia de la prensa.

Morales había convocado a todos los partidos opositores para debatir, por primera vez desde que llegó al poder en enero de 2006, una agenda nacional que previamente había sido consensuada en una reunión de sindicatos afines a su gestión, y que planteaba varios temas en lo político, social y económico.

La ruptura entre el gobierno populista e indígena de Morales y la oposición de derecha no fue una sorpresa por las abismales diferencias ideológicas entre ambos sectores. En el pasado el poder Ejecutivo incluso acusó a la derecha de haber propiciado a fines de 2008 un intento de golpe, aunque los acusados negaron varias veces la versión.

Morales, tras inaugurar la cita, a la que sólo se permitió el acceso de camarógrafos y fotógrafos, les pidió a todos ellos dejar la reunión que se desarrollaba en la Vicepresidencia, en el corazón de La Paz, y planteó que la reunión se realizase a puertas cerradas.

El planteamiento provocó el reclamo de los opositores, el Movimiento Sin Miedo (MSM, centro), Unidad Nacional (UN, centroderecha) y Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR, derecha), cuyos dirigentes abandonaron uno a uno la cita.

El MSM y la UN son los principales partidos de la oposición, mientras que el MNR, que predominó el último medio siglo, quedó virtualmente desbaratado después de que una rebelión popular provocara la dimisión del presidente liberal Gonzalo Sánchez de Lozada en 2003.

Otros frentes minoritarios y regionales, que despectivamente son llamados en Bolivia como "taxi-partidos" (porque, según sus críticos, todos sus militantes caben en un taxi), permanecieron en la cita en las oficinas de la Vicepresidencia de la República.

"Ustedes (los periodistas) han sido testigos de la terquedad reiterada del primer mandatario, de la sordera. No permite la presencia de los medios de comunicación y por lo tanto el Movimiento Sin Miedo se retira" de la cita, afirmó Juan del Granado, ex alcalde de La Paz.

Del Granado, aliado hasta 2009 de Morales, dijo que tenían previstos varios temas para discutir con el gobierno, como "la vigencia irrestricta de los derechos humanos y de las garantías constitucionales, frente al autoritarismo, frente a la represión policial y el silenciamiento de los medios de comunicación".

Jaime Navarro, diputado de UN, dijo por separado, a la salida de la cita, que "lamentablemente no hay transparencia, no se ha permitido la presencia de los medios y no encontramos la apertura suficiente para avanzar en una agenda conjunta".

"Nos retiramos de la reunión, porque la prensa no está, la prensa son los oídos y los ojos del país, queríamos discutir de cara al país", afirmó por su parte el jefe del MNR, Johnny Torres.

La salida de los principales partidos opositores provocó la crítica del gobierno.

El presidente Morales señaló en la cita que si los opositores "están entendiendo (el encuentro) como un debate político, parece que me equivoqué en convocarlos".

El viceministro de Coordinación, César Navarro, que ofició de vocero de la cita, criticó en una rueda de prensa la actitud de los opositores: "esta reunión es para trabajar por Bolivia y no para hacer un show mediático".

A pesar de la salida de los opositores, Navarro dijo que se trabajará en discutir una agenda nacional con las agrupaciones políticas que se quedaron.
AFP

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