jueves, 8 de septiembre de 2011
Bloqueos oficialistas no impiden marcha indígena en Bolivia
Tras la ruptura del diálogo con el Gobierno de Evo Morales, campesinos opositores anunciaron que retomarán la movilización de 600 kilómetros para protestar contra la construcción de una carretera.
"Nosotros estamos marchando pacíficamente y todo lo que pueda suceder allí será responsabilidad del Gobierno. Cuando el presidente era colono, bloqueaba y marchaba; los gobiernos de antes eran perversos y ahora él se está copiando de lo que ellos nos hacían", sentenció el dirigente de la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente, Ernesto Sánchez.
Sus dichos fueron un preanuncio de lo que podría sucederles en su camino hacia La Paz. Como militantes oficialistas están bloqueando una ruta a la altura del pueblo de Yucumo, los indígenas atravesarán el poblado para evitar choques con los colonos. Pero la falta de uniformados podría derivar en una batalla campal, puesto que ambas movilizaciones estarán muy cerca.
La marcha hacia la capital boliviana había partido desde la ciudad de Trinidad y se frenó hace una semana, cuando el Gobierno llamó al diálogo. Hasta ese momento habían caminado unos 230 kilómetros, desde la ciudad de Trinidad. Su objetivo es lograr la modificación del trayecto de una carretera que financiará Brasil y que, pese a ser muy útil para una zona cocalera, atravesará una reserva natural, donde viven algunas comunidades indígenas.
En su llamado a negociar, el Gobierno había argumentado que la ruta aún no tenía un trazado definitivo. Y envió a dos ministros para dialogar. Pero los manifestantes exigen la presencia del presidente Evo Morales y aseguran que ninguna de las siete ofertas que recibieron contemplan un trayecto que no atraviese el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis).
Como Morales se negó a viajar hasta el pueblo amazónico de San Borja, donde permanecen los indígenas, estos decidieron retomar su marcha. Según las etnias, la carretera traerá daños ambientales a la zona y podría llevar a la invasión de productores de hoja de coca, que serán los principales beneficiados.
Siete sindicatos cocaleros siguen siendo presididos por Morales, que acusa a los manifestantes de recibir el apoyo de los Estados Unidos y otras ONGs ligadas a la Casa Blanca, que no negaron su colaboración, pero aclararon que también ayudan a los productores de coca de la región del Chapare, el bastión desde donde el actual presidente comenzó como gremialista su camino hacia el Palacio del Quemado.
El asesor presidencial brasileño Marco Aurelio García, comenzó este miércoles una visita de dos días de Bolivia. Sin embargo, esquivó el tema. "Son problemas internos de Bolivia".
Su país desembolsará 332 millones de dólares para financiar la construcción de la ruta, de 300 kilómetros. "Nosotros tenemos confianza de que el Gobierno y todos sus interlocutores sabrán encontrar una solución para eso", afirmó García. Y terminó: "no hay ninguna razón para suspender la financiación".
Fuente: EFE
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