Fuente:Afiliados a la Federación de Padres de Familia de esa ciudad que piden el cierre de los centros de ocio nocturno por considerarlos nidos de delincuencia apedrearon, asaltaron y quemaron al menos 12 bares y prostíbulos, dijo a Efe una fuente de la alcaldía de El Alto, una ciudad de 865.000 habitantes.
Según la agencia oficial ABI, los establecimientos saqueados e incendiados hoy son 20, aparte de los atacados en incidentes no tan graves en días previos.
Varios periodistas bolivianos denunciaron haber sido amedrentados e incluso agredidos por los manifestantes, que aprovecharon la ausencia de policías.
'Ya no hay seguridad por la borrachera que estos lugares fomentan y las chicas que se prostituyen. No se puede caminar por las noches. Las autoridades no nos hacen caso. Nosotros vamos hacer justicia por mano propia hasta cerrar estos lugares de mala muerte', declaró una manifestante citada por ABI.
El viceministro de Seguridad Ciudadana, Marcos Farfán, se trasladó a El Alto unas seis horas después de comenzar los disturbios para encabezar una operación de control policial.
El presidente del concejo municipal alteño, Gustavo Morales, aseguró a emisoras de radio que para frenar las protestas de los vecinos está en trámite un reglamento que amplía de 300 a 500 los metros de distancia mínima que debe haber entre los prostíbulos y las escuelas.
Además, el reglamento dispondrá un horario para todos los locales de ocio nocturno.
El Alto, la ciudad más pobre de Bolivia, ha sido escenario de violentas revueltas sociales en los últimos años, que han dejado decenas de muertos y la caída de dos gobernantes.
El presidente Gonzalo Sánchez de Lozada renuncio y abandonó el país el 17 de octubre de 2003, tras la muerte de 60 personas en la represión de manifestaciones en El Alto.
Algunas de esas protestas fueron alentadas antes de su llegada al poder por el actual mandatario, Evo Morales, que tiene allí uno de sus mayores bastiones electorales, con un apoyo de más del 80 por ciento en las encuestas.
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