Cumbre Andina

Treinta años después, los cinco países fundadores del Pacto Andino, hoy Comunidad Andina de Naciones, celebraron la decimoséptima reunión ordinaria del Consejo Presidencial para aprobar, entre otros, tres aspectos fundamentales en el futuro de este acuerdo de integración que data de 1969.

El primer aspecto está relacionado con la concepción social que recupera la filosofía de integración andina. El segundo está referido al fortalecimiento de la CAN por el retorno de Chile a sus raíces andinas como miembro asociado después de un alejamiento de tres décadas y, finalmente, el tercer aspecto tiene que ver con el Acuerdo de Asociación de la Comunidad Andina con la Unión Europea en momentos en que los mercados estadounidenses están a punto de poner fin a las facilidades para productos andinos.

El secretario general de la CAN, el ecuatoriano Freddy Ehlers, explicó el nuevo camino que busca como meta la integración integral. "Un camino que lo hemos llamado integración integral, una integración que vaya más allá de la integración comercial para luchar por los derechos humanos, la participación ciudadana y la integración plena de los pueblos indígenas"

Esta concepción está muy ligada al pensamiento andino expresado por el canciller boliviano David Choquehuanca y que Ehlers transmitió a los presidentes andinos:
"Desde la profundidad del pensamiento aymará nos enseñó a todos que hay una gran diferencia en algo que parece muy sutil y es que una cosa es vivir mejor y otra cosa que dicen los aymará es vivir bien. Porque de tanto vivir mejor hemos puesto en riesgo la vida sobre la tierra".

La vuelta de Chile a la CAN, de la que se alejó a fines de los años setenta, ha devuelto el optimismo a sus antiguos socios por la fuerza que su presencia y su experiencia pueden dar en las negociaciones, por ejemplo con la UE. La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, se mostró satisfecha de que su país vuelva a la Comunidad y contribuya a lograr un desarrollo con equidad. "Yo siempre digo crecer para incluir e incluir para crecer, que ambas cosas van de la mano y no son separables. Y Chile está dispuesto a trabajar con toda su energía para que este sea tema importante de nuestro proceso integrador en la CAN. Queremos trabajar con mucha energía y fuerza aquí en la CAN para reducir la exclusión, la pobreza y las desigualdades que han marcado la historia de las sociedades andinas", afirmó la presidenta de Chile.

Y el aspecto más importante es sin duda la decisión de reanudar las negociaciones de un acuerdo de asociación con la Unión Europea, interrumpidas hace tres años en Guadalajara. La decisión de negociar el acuerdo fue difícil ante la reticencia de Ecuador y Bolivia, que lograron, sin embargo, que se respeten sus asimetrías de desarrollo, los ritmos diferenciados de crecimiento y de participación. El presidente de Bolivia, Evo Morales, señaló algunas de sus objeciones, por ejemplo, a la hora de negociar la privatización de servicios básicos.

"Desde un punto de vista nuestro, afirmó Morales, no podemos privatizar el agua, no podemos negociar la privatización del agua ni de otros servicios básicos con la Unión Europea o con cualquiera empresa o trasnacional. Es de los pueblos, no podemos permitir que la vida sea una mercancía, que la vida se privatice, tenemos la obligación de defender nuestras plantas y nuestros animales, eso es nuestro no solamente de los bolivianos sino de la región andina".

La reunión concluyó con la firma de una Declaración Conjunta -la Declaración de Tarija,- que, esta vez, promete impulsar al Pacto Andino, un acuerdo que aunque tiene una excelente estructura institucional ha vivido en permanente agonía por la falta de voluntad política de sus miembros o, tal vez, la falta de fe en los sueños de la Patria Grande del libertador Simón Bolívar.