Hanoi.- Este Gobierno de Evo Morales perdió en su cósmico barullo político, brújula y orientación. Cambio a la Pachamama por el Dios de la codicia, Mammon! Si al inicio de este “proceso de cambio” pregonaba el mantra del derecho inalienable de autodeterminación de los pueblos originarios, hoy en día el enarbola sin sonrojarse al paradigma desarrollista de los años cuarenta y cincuenta del siglo pasado para legitimar y justificar su actitud neocolonial y la represión de los “salvajes” en el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-Securé (TIPNIS). Más que a una estrategia de desarrollo se ve la improvisación estratégica-conceptual en su defectuosa política-económica del cambio y que solo llama fuertes conflictos y termina al final en buenas intenciones. Ya el escritor y periodista alemán Tucholsky, nos enseño que lo contrario de lo bueno son las buenas intenciones!
El Gobierno de Evo Morales deja entrever despotía de clan y de pandilla sindicalista frente a un pueblo asustado y frustrado, la cual se aplica de forma acomodadiza a las arbitrariedades de su pragmatismo desarrollista y neo-neo-liberal. Queda claro que en este pragmatismo, la Pachamama es un dividendo transferible y que en el fondo esta solo existe como principio, en la demagogia y cálculo políticos masistas, pero solo mientras no sea cuantificada ni valorizada, ni en centavos ni pesos. Por lo tanto, si algo es cierto, dentro de este nuevo desmadre político masista, la actual tozudez del Gobierno solo puede explicarse usando parámetros pecuniarios del proyecto caminero que partiría al TIPNIS, sellando su futura destrucción ecológica y cultural.
Existe tal vez algún otro móvil (geo-) político supremo y desconocido para explicar mejor las volteretas políticas y para explicar porque Evo Morales sufre repentinamente de un vacio mental en el que la Pachamama no aparece en su memoria ni siquiera por vergüenza? Recibirá Bolivia tal vez algo magistral por el radical acortamiento de la vía para el comercio entre Brasil y Chile? O tal vez podría ser que el MAS en su afán de aprender y entender lo que es economía, descubrió algún libro sobre el desarrollismo que ahora lo usa como su catequismo para el cambio? O la frontera de la producción de la coca tiene que ser necesariamente expandida para crear más millonarios cocaleros, los nuevos barones de la codicia? Existe mucho espacio para especular, la verdad, sea banal o no, solo la saben los responsables de este nuevo debacle político, y sea la que sea, posiblemente quede en la oscuridad, para así, poder elevarla en algún momento político propicio al altar de la mística.
El Gobierno del MAS, ni a nivel nacional ni regional, no actúa con credibilidad ni seriedad, ni tiene políticos serios primordialmente trabajando por el bien y la paz en la sociedad de Bolivia. La lista de aberraciones y violaciones de su propio imaginario de cambio es larga y continua, las decisiones intransparentes de clan y a puerta cerrada continuaran. El gasolinazo reculazo fue un ejemplo, le siguen los transgénicos (!) y ahora somos testigos de su siguiente aberración: el TIPNIS y la represión de sus pueblos, luego podría venir la reserva bioesferica Pilón Lajas.
Es de conocimiento general que la tarea primordial en el actuar político de todos los políticos en ejercicio de poder, debería ser, hacer política con racionalidad, medida y justicia para crear, fomentar y conservar la paz en la sociedad. En cambio, el Gobierno del MAS y Evo Morales son un nuevo ejemplo, parafraseando a Brecht, de que primero viene la comilona y después la moral. La política del Gobierno del MAS se rige por una hermenéutica de embriaguez de poder político casi absoluto. Se mueven en un nivel crítico muy por debajo de lo que tendría que ser una ética y moral política nuevas. Como reflejo y consecuencia de su voluntad y poder políticos, ellos más bien destruyen obsesivamente derecho, justicia y dignidad amasando ira y conflictos.
En un Estado, sea plurinacional o no, donde la incapacidad de construir políticas sobre la base de una nueva ética y moral políticas es palpable, donde la tarea primordial del masismo es esencialmente destruir para luego reparar mal y a medias; donde la ley y el código penal son la palabra de “Evo Morales”, donde la inquisición político-ideológica jacobina tiene espacio libre de acción, el poder seduce a la arbitrariedad. Seduce a ver en la arbitrariedad y en el “métele nomas” como instrumentos legítimos de política. También seduce ahora a interpretar a la negación y falsificación de los derechos básicos de los habitantes del TIPNIS y de Bolivia, fundamentados en la nueva Constitución Política del Estado, sea esta buena o mala, como algo transferible, vendible, que se deriva naturalmente de las decisiones del supremo presidencial. En un Estado de este tipo el resultado de la política es la destrucción de los fundamentos elementales del derecho y de la justicia. Retomemos aquí una cita de San Agustino, que el Papa Benedicto utilizo en su discurso en el Parlamento de Alemania el día 22 de Septiembre, cuando se refería a la justicia y al derecho como tarea primordial de los políticos y que debería ser una fuerte advertencia para los políticos del masismo: ”Se elimina al derecho – que es entonces un Estado si no otra cosa que una gran pandilla de ladrones.”
Pero volvamos al Mammon: El dinero, venga de donde venga, no hiede. Este último descubrimiento del Gobierno del MAS es practico porque inmuniza a tener consciencia ecológica y ayuda a fundamentar y justificar cualquier tipo de desarrollismo y con el la “pavimentación” del TIPNIS con dólares del Brasil, luego seguramente con los de la economía de la coca-cocaína. Sin consciencia pero con dinero es más fácil de creer que por fin el siglo XXI llegaría a la selva amazónica. Evo Morales se presta a una doble función, actúa por un lado, como algo así como “el Ekeko” de los cocaleros y de los madereros y de otros grupos de intereses bolivianos y brasileros, criminales o no, (ver el interesante comentario de Xavier Iturralde Jahnsen: “Brasil y el TIPNIS”), pero, por el otro lado, se transforma desde su escritorio en él “Pizarro aimara” para los pueblos originarios Yuracaré, Chimane y Mojeño-Trinitario del TIPNIS. Poniéndose todo tipo de caretas, no usa la espada chapetona pero incita a que usen los “phalus colonizadores” a nombre de los que firmaron este proyecto. No olvidemos la propuesta de Evo Morales que pesa sobre las cabezas de los pueblos Yuracaré, Chimane y Mojeño-Trinitario incitando a los colonizadores cocaleros o no, a enamorar a las hijas de estos pueblos originarios para conquistar sus tierras. La ecuación masista es tan simple como machista y colonialista: Lo que no puede la represión política, podrá la opresión sexual del macho colonizador o cocalero! Sr. Presidente, no le da vergüenza?
Cocaleros, madereros y demás grupos interesados criminales o no, se beneficiaran inmensamente con más riqueza, sea esta de proveniencia legal o ilegal, que caerá como consecuencia del proyecto masista, así sea acompañado del daño colateral de destruir la ecología y el hábitat del TIPNIS. Los pueblos del TIPNIS serán parte de la masa perdedora. Si este proyecto se llega a implementar como lo planean crudamente, dividiendo al TIPNIS, cercenando su ecología y apoyando a eliminar a sus culturas milenarias, la historia de genocidio se va a repetir. Los pueblos originarios del TIPNIS desaparecerán de a poco, terminarían en su mayoría probablemente como jornaleros, pisadores de coca y/ o en prostitución para camioneros y aventureros, siendo testigos de la aniquilación de su milenaria cultura, alienándose, aimarizándolos, convertidos en pueblos sin hábitat, sin rostro, sin pasado, ni presente, ni futuro. Ejemplos de este tipo de desarrollo para pocos, existen muchos tanto en el Brasil como en otras regiones donde se exterminó, se robó y confiscó el hábitat natural de los pueblos originarios. No hace falta tener mucha fantasía e imaginación para ver, que a raíz de la destrucción de la base ecológica y cultural de los pueblos del TIPNIS se están sentando las bases para la miseria de muchos. No pasara mucho tiempo hasta que cientos de niños estén obligados a esperar a las cascaras de naranja de los camioneros y pasajeros turistas de los buses para poder comer algo. Acaso no conocemos esta historia de Orinoca? Es ese el tipo de desarrollo para los pueblos originarios que el masismo sueña? Se puede imagina Ud. Sr. Lector, ahora a Evo Morales dando un discurso sobre la vida y la Pachamama en foros internacionales como en las Naciones Unidas?
Ahora ya sabemos que el cuento de la Pachamama se acaba para el masismo en el TIPNIS y en el futuro en otras regiones. Se acaba a más tardar cuando el poder pecuniario del sistema financiero (brasilero) y de la pequeña burguesía millonaria cocalera encuadran al Gobierno del MAS y a la conciencia de Evo Morales bajo su régimen, sus intereses, dirección y padrinazgo, cuando Evo Morales y su Gobierno se convierten en el brazo largo del sistema financiero legal o ilegal.
El problema que tiene el Gobierno de Evo Morales es que hicieron su suculenta cuenta desarrollista sin la “Bolivia salvaje”. Como sello de calidad de las aberraciones que continúan y continuaran, está el mensaje que el Canciller Choquehuanca nos dio a todos los “salvajes” habitantes de Bolivia: “Lo que decide el Presidente no se puede cambiar.” Con o sin marcha forzada nos dice que las decisiones intransparentemente supremas de Evo Morales están por encima de la Pachamama, de la Constitución Política de Bolivia, por encima de las leyes ambientales y convenios internacionales, por encima de la consulta racional, por encima de la cultura de los pueblos, y que esta vale más que las leyes, el derecho y la justicia en Bolivia. Se imagina Ud. estimado lector, a un Evo Morales con el poder de Barak Obama?
A raíz del despotismo y arrogancia (pala)ciegas, el Gobierno del MAS está una vez más arrinconado contra la pared, sin políticas económicas, sin conceptos, sin estrategias de desarrollo, sin respuestas, lleno de incongruencias, sin ética y moral nuevas. El problemita de mil “salvajes” es ahora el problema de todo un pueblo, furioso y cansado de cinismos y mentiras. Son ahora cientos de miles de miles de “salvajes” bolivianos y extranjeros en y afuera de Bolivia que le dicen al Gobierno de Evo Morales basta de mentiras, basta de inmoralidad, de atropellos a nombre de un cambio que no es tal! Mientras el Gobierno busca tapar al sol con un dedo, el problema, el TIPNIS ya se convirtió en símbolo de la defensa del derecho, de la justicia, de la dignidad, y por una ética y moral políticas nuevas.
Para mentir, el Gobierno del MAS y sus bases ideologizadas son inmensamente creativos. Usan como argumentos de punta de lanza, a las cuantiosas pérdidas de inversiones en sectores claves como los hidrocarburos, la agricultura, etc. de una forma como ningún banquero (neoliberal o no) lo haría de mejor manera. Que milagro tendría que ocurrir para que con el proyecto caminero del TIPNIS se generen las inversiones que a Bolivia no quieren llegar hace seis años, debido a las políticas económicas y seguridad jurídica burlescas del Gobierno del MAS? Hacer demagogia es más fácil que hacer buenas políticas de inversiones. Pero ahora tienen a los chivos expiatorios para seguir mintiendo a Bolivia y al mundo sobre el verdadero resultado de su gestión. Esto no extraña, ya es método conocido del Gobierno de Evo Morales. Ellos conocen el arte de doblegar obsesiva- y perversamente a la realidad, a la verdad, de relativizar a los derechos humanos, de hacer a la justicia como ellos la necesitan y la quieren tener. De esta forma, indirecta- y directamente les echan ahora la culpa a los “salvajes” del TIPNIS por ejemplo de un posible impedimento de poder pagar el Bono Juancito Pinto (el cal no tiene fundamento productivo sostenible) a ciertos grupos sociales. Si a estos adulterios mentales se los seguiría hilvanando, al final de la prosa masista tendremos que estos mil quinientos “salvajes” en el TIPNIS, tienen la culpa que en Bolivia no existen inversiones, que en Bolivia no se produce más de lo que se consume, que en Bolivia no existe una nueva matriz productiva, que en Bolivia el proceso de cambio se fue al tacho! Estoy seguro que los habitantes del TIPNIS jamás soñaron ser objeto y sujeto de semejantes desmesuras.
No sería nada nuevo que al final de este nuevo conflicto político, cuyo desenlace para los marchistas indígenas es de única responsabilidad del Gobierno, arrinconado contra la pared por el pueblo que ya no lo quiere, Evo Morales y su Gobierno diga lo que siempre dice cuando habla mucho pero no tiene nada que decir: “Gobernamos obedeciendo al pueblo!” Ud., estimado lector, cree una sola silaba de esta cínica como hueca frase? El Gobierno del MAS y Evo Morales no solo perdieron brújula y orientación sino también toda credibilidad política, nacional e internacional.
Carlos Jahnsen Gutierrez
bolpress
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