El exviceministro de Tierras, Alejandro Almaraz, señaló este lunes que la calidad moral de los funcionarios de gobierno ha virado hacia una escala de valores ruin y funesta, por justificar y minimizar la violencia ejercida contra los marchistas indígenas del Tipnis, pero resaltar el posible daño y humillación ocurrido sobre el Canciller David Choquehuanca, cuando a la víspera un grupo de mujeres indígenas lo obligó a marchar.
Almaraz se refirió en particular al ministro de la Presidencia, Carlos Romero, de quien dijo que ha cambiado su jerarquía de valores por congraciarse con el gobierno.
“Es admirable la falta de principios y de toda calidad profesional de parte de Carlos Romero, para quien es realmente grave que le hayan tomado por el cuello y jalado la polera al Canciller, pero no le parece grave el trato violento y agresivo a las mujeres, subirlas por la fuerza a los vehículos mediante golpes y dejar abandonados a sus hijos en la noche”, sostuvo.
En este momento “estamos en la labor de ocuparnos de los heridos, de los desparecidos, de los niños que han quedado abandonados en la noche por la acción represiva de gente como Sacha Llorenti, Carlos Romero, Evo Morales; a quienes hemos escuchado y ya no precisamente con indignación sino con enorme asco, con enorme repugnancia”, aseveró.
Referéndum, otra demagogia
Almaraz señaló que el anuncio de la realización de un referéndum, para definir la construcción del tramo II de la carretera por el Tipnis, es otra demagogia más del gobierno.
“Porque no le dice (Carlos Romero) a su jefe (Evo Morales) que no se puede someter a referéndum (la construcción del tramo II) como él quiere hacerlo, como él lo ha ofrecido, (este) en un nuevo gesto de demagogia insultante, porque los derechos constitucionales no se pueden negociar”, acotó.
Así mismo agregó que el procedimiento que tendría que emplear el gobierno, para conculcar los derechos territoriales de los pueblos indígenas y de la sociedad boliviana sobre el medio ambiente, es por medio de una reforma constitucional.
“Por una vez, que sean mínimamente francos y nos digan que nos van a quitar esa constitución, que por cierto no nos la dieron ellos, fue una conquista del pueblo boliviano”.
Finalmente indicó que el gobierno está mostrando su verdadero rostro, “pasó de ser defensor de los derechos indígenas al agresor más despiadado de los mismos”, pero “si algo puedo decir, (es que) lo derrotaremos así como hemos derrotado a todos los enemigos del pueblo y de la democracia”, puntualizó.
erbol/
La Paz, 26 septiembre 2010
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