Tuve la ocasión de ver a Jorge Quiroga en una conferencia fuera del país. El representante del conservadurismo boliviano PODEMOS se expresa bien en inglés, y tiene una visión coherente de lo que quiere para Bolivia. Y he aquí el meollo de la cuestión. Lo que este portavoz del grupo renacido del cadáver de ADN, (un partido fundado por el ex-dictador Hugo Bánzer, quien jamás fue llevado ante la justicia por los asesinatos, secuestros y violaciones a los derechos humanos cometidos durante su dictadura) propone al país el status quo. Que los indios sigan siendo nuestros aparapitas y las indígenas nuestras empleaditas domésticas.
Que el orden económico que ha engordado las cleptocráticas cuentas bancarias de la minería privada (Estalsa, Comsur, Avicaya et al) permanezca inamovible. Que los llamados agroempresarios del oriente del país, que han mamado de lo gordo de los préstamos de la banca estatal durante las dictaduras, sigan siendo dueños de tierras y fortuna mal habidas.Jorge Quiroga y PODEMOS quieren que Bolivia continúe siendo un Estado administrado por y para los capitales internacionales. Después de todo, el patético sector empresarial pro-estadounidense (salvo contadas excepciones) es tan magro, mezquino y pobre, que ni siquiera llega a ser una burguesía nacional. El burgués hará que su fuerza de trabajo pueda reproducirse socialmente. Como planteaba Henry Ford, una clase empresarial debería pagar salarios suficientes como para que sus obreros puedan comprar los productos que
ellos mismos producen. Pero en Bolivia esto raramente ha ocurrido.
Pero dejando de lado esta jerga marxista, y mirando la situación tal como se presenta encontramos que PODEMOS quiere acabar a toda costa con la Asamblea Constituyente y con cualquier otra iniciativa de fundar un país que funcione al servicio de sus ciudadanos. Jorge Quiroga y su colección de acólitos quieren una
Bolivia sometida al chantaje de los capitales internacionales, una Bolivia cuyos recursos naturales sean saqueados por las transnacionales sin mayor beneficio para los bolivianos.
Y la tragedia en todo esto es que detrás de Quiroga hay una clase media pobretona pero arribista, que quiere vivir como se viviría en un suburbio en Miami o Atlanta. Hay una clase media que lamenta el haber nacido en Bolivia. Una clase media que lo daría todo por vivir el sueño americano (que en realidad no existe como pueden atestiguar millones de latinos que trabajan como esclavos en Estados Unidos). Una clase media a la que le irrita que los indígenas quieran un país que les reconozca la plenitud de sus derechos, incluyendo su identidad cultural.
García Mesa esta en la cárcel, de la cual, esperemos, no salga nunca. Pero ese representante del militarismo no fue más que el matón bruto, el matarife que se alquila para cometer un crimen en el anonimato de un callejón de madrugada para luego mandarlo a la cárcel si la situación se complica. Ahora, ¿quiénes se aprovecharon de las condiciones creadas por las dictaduras para saquear los bienes del Estado? Fueron los Gasser, los Bertero, fue esa presuntuosa colección de ranas importantes que controlan ese mal llamado Comité Cívico Pro-Santa Cruz. Ahora, ellos lanzan a las calles a tontos útiles agrupados en la Unión Juvenil Cruceñista. Jóvenes con los que se debe hablar, darles libros que expliquen los peligros del fascismo, a quienes hay que explicar que la intolerancia y el racismo van contra los derechos humanos.
Estados Unidos no va a invadir Bolivia como lo hizo en Irak. Para esto esta PODEMOS y el pirata en alquiler de Jorge Quiroga. Y quien crea que Bolivia no suena ni truena en Washington, pregúntese por un instante: ¿por qué mandaron como embajador a Philip S. Goldberg, un experto en la división violenta de países como en la ex Yugoslavia? Estados Unidos no puede permitir que unos cuantos millones de votantes indígenas hayan optado por un Movimiento al Socialismo en un país con cuantiosas reservas gasíferas. Para impedirlo están los marines en Paraguay y está el brazo político de PODEMOS en La Paz. Para asegurarse de que Bolivia no deje de ser una colonia cultural, política y económica de la Casa Blanca.
PODEMOS y Jorge Quiroga ganarán eventualmente la silla del poder en Bolivia. Esto a menos de que se fortifique el proceso de cambio en Bolivia y que la clase media deje de soñar con sus hamburguesas McDonald y se mire al espejo para descubrir que tiene más de indígena que de clase media blanca de suburbio estadounidense. Que tiene más que ganar por el camino de la dignidad que por el camino del sometimiento. Y al diablo esas ensaladas de que Bolivia será una nueva Cuba o de que los comunistas comechicos se apoderarán del país. Esa no son más que pamplinas, pura propaganda del excelente oportunidad comercial que es el anticastrismo en Miami, Venezuela, y alguno blogueros desubicados en Bolivia.
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