El gobierno boliviano acusó hoy a partidos opositores y a las autoridades de seis departamentos de querer desestabilizar al país con el paro anunciado para el martes de la próxima semana.
De acuerdo con el ministro de Gobierno (Interior) Alfredo Rada, la medida, acordada la víspera en la llamada Asamblea de la Cruceñidad, tiene fines políticos e intenta obstaculizar el proceso de cambio que impulsa el presidente Evo Morales.
Rada explicó a Prensa Latina que como pretextos, la oposición primero utilizó la demanda de la sureña ciudad de Sucre de concentrar allí la sede de los tres poderes, ejecutivo, legislativo, y judicial.
Otro argumento, que también estimó ilegítimo, es la defensa de cuatro magistrados del Tribunal Constitucional que la cámara de diputados decidió por mayoría enjuiciar, luego de una acusación por prevaricato hecha por el ejecutivo en mayo pasado.
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