El paro cívico en seis provincias bolivianas "en defensa de la democracia" se cumplió ayer con acatamiento dispar y quedó empañado por las expresiones de violencia. Los comités cívicos -que agrupan a las "fuerzas vivas"- de Santa Cruz, Tarija, Beni, Pando, Chuquisaca y Cochabamba llamaron a la huelga en rechazo al juicio político que promueve Evo Morales contra los jueces del Tribunal Constitucional, que días atrás derivó en patadas y trompadas en la sesión del Congreso que aprobó la suspensión de los magistrados. Además, apoyan el pedido de Sucre de incluir en la Asamblea Constituyente, hoy paralizada, su demanda de ser "capital plena" del país y no sólo sede del Poder Judicial, como lo es hoy. "La oligarquía sólo piensa en cómo tumbar a este indio", denunció este lunes el presidente boliviano.
Los hechos más violentos fueron protagonizados en Santa Cruz por miembros de la Unión Juvenil Cruceñista, que desde la madrugada salieron a "patrullar" las calles y a hacer cumplir la medida de fuerza mediante la destrucción de vehículos y el cierre "a patadas" de los negocios abiertos. La Policía detuvo a dos jóvenes de la UJC que atropellaron con su auto a un vendedor durante el ataque al Mercado de Abasto, reacio a acatar la huelga. Y algunas radios denunciaron que varias empresas supuestamente huelguistas hicieron trabajar "a puertas cerradas" a sus empleados... ...
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